Casa #1350 Crescent Street (Casa de la abuela de Alaan Kenveck)

Ubicada en una zona tranquila en un buen vecindario, rara vez hay incidentes graves.



La habitacion de Alaan es el de mayor tamaño en la casa.

Este color de texto indica que es la abuela de Alaan quien habla

El sol comenzó a iluminar la habitación y un despertador con la forma de Spiderman comenzó a sonar. Un fuerte golpe y el despertador cayó al piso. Después un largo bostezo y el día de Alaan habían comenzado. Se talló los ojos y estiró los brazos fuertemente. Con una gran sonrisa en su rostro arrojó las sabanas descubriéndose y poniéndose de pie en un solo movimiento. Colocó sus manos en la cintura, mirándose en el espejo. Contemplando primero orgullosos ese reflejo suyo (únicamente en bóxers del capitán América) que mostraría los frutos de su arduo entrenamiento. Después de unos segundos se dio cuenta que no había nada que contemplar. Seguía teniendo la misma forma de siempre, y si algún día su arduo entrenamiento había de rendir frutos, una cosa es segura, ese día no era hoy.
Bostezó de nuevo y rascó su cabeza. Tomó una toalla y se dirigió al baño a tomar una ducha. Esta era semana de exámenes, pero esto a él no le preocupaba, pues no existe aun examen de algebra, historia, gramática o literatura que Alaan no pudiera resolver. Sonrió de forma burlona mientras se miró en el espejo del baño. Su cabello mojado le cubría casi toda la cara, dejando al descubierto su ojo irritado y enrojecido por el jabón. Curiosamente esto le dio el aspecto demencial que deseaba en ese momento.

-Espero que los grandes músculos de esos idiotas puedan responderles los exámenes

Comienzó a reír de forma demencial, aun que muy forzada.

-Aaalaaan!! Están listos tus hot cakes!! Baja antes de que se enfríen cariño!!

La dulce voz había sido la de su abuela. Él sonrió y rápidamente terminó su ducha, inmediatamente después salió del baño para vestirse. Un pantalon negro de vestir y una camisa a cuadros azul marino. Unos zapatos negros relucientes con sus respectivas gafas y un cabello perfectamente acicalado. Un estilo que pedía a gritos una golpiza.

-Hijo, ésta es la semana de exámenes.

La anciana mujer miro con orgullo al muchacho. Era asombrosamente idéntico a su padre cuando tenía su edad, y con esas ropas lucía incluso igual de apuesto. Mojó un pañuelo con un poco de saliva y limpió las mejillas de su nieto. Esto molestaría a quien sea pero no a Alaan. Habían llegado a un acuerdo que beneficiaba a ambos. Ella podía hacer cualquier demostración de afecto y cariño siempre y cuando no lo hiciera frente a vecinos o amigos. El comía rápidamente, estaba emocionado por los exámenes. Quizá la mayor parte del año escolar todos sus compañeros eran quienes lo maltrataban, pero en estas fechas era cuando el veía recompensados sus esfuerzos y podía ver el mismo sufrimiento en esos pobres desgraciados.

- Sueee -Hablaba con la boca llena -Y uel torneu... -Tragó el bocado que tenía en la boca- de matemáticas está muy próximo.

Recibió un fuerte golpe en la cabeza por parte de su abuela, quien le miraba molesta pues esos modales no podían ser en un jovencito como él. Sonrió al ver la cara de sorpresa de su nieto.

-Estoy segura que me harás sentir orgullosa.

Pellizcó su mejilla. Alaan solo sonrió y termino de un trago el vaso de leche. Tomó su mochila, dio un beso a su abuela y salió corriendo al garaje por su bicicleta. Una vez en el garaje saco de su mochila unos pantalones de mezclilla algo desgastados y unos converse y se los cambio. Se desfajo y desabotono su camisa y se puso una sudadera gris. Agitó su cabello hasta que quedó justo como a él le gustaba y monto en su bicicleta. Tomó impulso y comenzó su viaje hacia casa de su mejor amiga. Al poco tiempo su silueta se perdió a la distancia.

Continua en:
https://rebelion.foroactivo.mx/t105-edificio-thamat-departamento-no17